concepto

DE FONDO Arte Informático
Yamil Burguener 2011

En el contexto de la obra, De fondo hace alusión a varios sentidos solapados. En una primera lectura, insinúa “música de fondo”. Sonidos con el fin de acompañar apaciblemente la actividad de cualquiera. En otro nivel de lectura nos sugiere algo escondido por detrás. A modo de Caballo de Troya, la obra es una ofrenda que guarda en su interior una latente amenaza - en este caso - transgredir la intimidad desde el acto de espiar y calificar. He aquí el caballo de madera como un ingenuo software de música que camufla la actividad de un programa que acecha de fondo.

Visitando la muestra pertenecientes al Museo de la Memoria de La Plata - instalada en el Espacio para la Memoria La Perla de Córdoba, durante varios meses del 2011 - observamos registros fotográficos de inteligencia y espionaje en donde se puede ver con impotencia a un sin número de personas que eran marcadas, fichadas, espiadas y luego, como se sabe, juzgadas bajo una lupa perversa. Algunos registros inclusive fueron tomados por oscuros maestros del camuflaje que se infiltraban en reuniones o eventos sociales con una astuta sonrisa capaz contagiosa.  Parece que todo es valido para la obtención encubierta de información. Bien se sabe que la información es poder, y por esta razón el espionaje sigue siendo muy solicitado. Más allá de su precedente militar ¿no es un acto que de alguna u otra manera todos practicamos? Un padre espía tras la puerta a su pequeño hijo.  Hace algo similar el jefe con sus trabajadores y viceversa, o dos amantes y sus celulares. Espías y contra espías. Y por qué no, un paciente consigo mismo en su terapia, llevando todo esto al ámbito de la propia intimidad,  donde uno es el controlador de uno mismo. La gama es amplia y abarca un complejo abanico lícito moral, lícito legal, ilícito, y posibles umbrales inventados y reinventados.

En la búsqueda de reflexiones, la obra intenta trasladar la situación de ser espiado, calificado y encasillado al escenario íntimo de estar sentado frente a una computadora. Esta situación podrá ser incómoda, paranoica y asfixiante para algunos, o por lo contrario, para otros ser debeladora y hasta necesaria. Paralelamente a una lectura lúdica, la obra ubica a cada espectador/usuario bajo una situación de persona fichada. Desde una situación performática, cada sujeto irá descubriendo a su modo la sensación de sentirse marcado, espiado y perseguido por un propósito poco justificable que en un principio se desconoce, y que a la larga - con suerte - podrá usarlo a su favor, pero lo más probable en su contra. No a todos podrá gustarles el análisis de un cibernético espía frío, meticuloso y con principios desconocidos.

La performance en la obra
La experiencia posee dos momentos muy definidos, marcados por el antes y el después del conocimiento del soft espía. En el instante debelador, en donde el sujeto descubre que lo están acechando, puede suceder dos cosas:

1. El sujeto decide abandonar la experiencia

2. El sujeto empieza a ser conciente del análisis del soft espía.

Lo que cada uno realice en su accionar, es una parte performática indispensable para la generación del sentido buscado: la intriga u obsesión por el registro de la propia acción, el posible deseo de ser visto y el temor por la anormalidad. La obra tiene que pasar a través del cuerpo del usuario/interviniente para concretarse. Aquí el mouse y la webcam son pensados como extensiones del cuerpo del usuario que interactúa desde su espacio y tiempo.

La imagen generativa en la obra
Luego de la acción concreta, el círculo se abre en una comunidad de registros - alojado en  la Web - de construcciones arbitrarias que suponen un interior aparente de cada sujeto. Aquí lo privado se vuelve público y se da pie a la reflexión y devolución de los intervinientes. Estas construcciones son producto de un conjunto de procesos gráficos, y van edificando desde la interacción del usuario - en principio desconocida - un devenir de piezas gráficas, las cuales tienen una lectura entre estética y funcional.

Se habla de imagen generativa - en relación al arte generativo, donde la obra opera con un alto grado de autonomía - mientras el usuario no es consciente del proceso, luego su accionar llevan al mismo a un modo interactivo y performático.

A modo de informes el soft espía va desplegando y encimando en su escritorio digital elementos de su investigación, como ser:
Fotos. Registros de los espacios en donde el sujeto - el puntero - se detiene una cantidad sospechosa de tiempo, incluyendo lo que las ventanas - la Webcam - dejen ver.
Anotaciones. Comentarios de las acciones del usuario en cuestión. Para ello también se evocan citas y frases de películas como La vida de los otros (Florian Henckel von Donnersmarck ‘2006), La conversación (Francis Ford Coppola ‘1974), entre otras.
Recorridos. Trayectos que realiza el sujeto fuera de un perfil de normalidad aparente.

Nota del autor: Tanto el proceso de construcción como la obra fueron realizados en el marco de “Phronesis criolla (Residencia La Perla)”. Agradezco a Graciela De Oliveira y Soledad Sánchez Goldar de Demolición/Construcción, y todos los residentes por su apoyo, interés y aporte que me ofrecieron abiertamente ayudándome a que pueda proyectar y llevarlo a cabo.